En un sector altamente competitivo como la banca, donde la relevancia y diferenciación es vital para alcanzar más clientes, Interbank ve la necesidad de rediseñar el portafolio de sus tarjetas de crédito y débito, con el fin de proyectar los principales atributos que caracterizan a la marca: innovación y modernidad.

El proyecto consistía en transmitir la vitalidad, dinamismo y energía de la marca, sin perder su status ni cercanía con sus clientes.

Es muy común, dentro del mundo de las tarjetas de crédito, encontrar texturas e imágenes genéricas que no comunican nada ni están ancladas a la marca. Por esa razón, trabajamos una textura única que parte del isótopo Interbank, para crear una malla propia que les diferencie del resto y construya un portoflio de tarjetas, bien ordenado, que desprende energía y movimiento.